GASTRONOMÍA
CAFETERÍAS
Tomar pedidos, preparar comidas y bebidas; servir, ordenar, cobrar. Todo ello, en un espacio mínimo y con frecuencia, una única persona. Este es el día a día en una cafetería. En este caso, un lavavajillas debe hacer al menos una cosa: funcionar perfectamente.


TODO LIMPIO CON UN LAVADO
Una taza de café y un trozo de tarta. Los tiempos en los que la oferta de una cafetería era tan manejable ya han pasado. Ahora es tiempo de cappuccino, café latte, frappuccino y chai latte. Además de tartas y bizcochos, están las magdalenas, galletas, tostadas, sopas y ensaladas. Y, a quien le apetezca, también puede pedir zumos o refrescos.
Con esta oferta, en las cafeterías no solo han crecido los menús de bebidas y comidas, sino también el número de vasos, platos y cubiertos. Y todo eso hay que lavarlo. Normalmente, en un espacio mínimo y con frecuencia, una única persona. ¿Qué es lo que necesita en este caso? Un lavavajillas que funcione perfectamente y se encargue del trabajo. Que limpie todo lo que se le pida. Rápido, limpio y absolutamente fiable. Un Winterhalter.